Baño maría GFL 1008: versatilidad, precisión y fiabilidad para todas sus aplicaciones térmicas
El baño maría GFL 1008 es sinónimo de excelencia alemana en el campo de los equipos de laboratorio. Este modelo forma parte de la reconocida gama de baños maría de incubación e inactivación desarrollada por GFL, una empresa cuyos productos se utilizan y aprecian desde hace más de 45 años en laboratorios de investigación, médicos, químicos e industriales de todo el mundo. Diseñado para satisfacer los requisitos más exigentes en materia de regulación térmica, robustez y seguridad, el GFL 1008 es un verdadero aliado para los científicos y técnicos de laboratorio que buscan una herramienta fiable, precisa y duradera.
Con una generosa capacidad de 20 litros, este baño maría es ideal para aplicaciones que requieren un gran volumen y mantienen una homogeneidad térmica excepcional. Gracias a su sistema de regulación de temperatura por microprocesador, el aparato permite una precisión del orden de ±0,1 °C, lo que ofrece una estabilidad ideal para la incubación o la inactivación de cultivos, el calentamiento de medios bacteriológicos, la realización de reacciones químicas o incluso la descongelación de muestras sensibles. La pantalla LED permite un ajuste claro y rápido de la temperatura con una resolución de 0,1 °C, lo que garantiza una reproducibilidad perfecta de las condiciones de ensayo.
El GFL 1008 ha sido diseñado para un uso cómodo y seguro. Está equipado con teclas táctiles suaves con símbolos explícitos y requiere un manejo con dos dedos para evitar cambios involuntarios de los parámetros. La supervisión electrónica integrada del regulador de temperatura detecta cualquier anomalía e informa inmediatamente al usuario a través de la pantalla, lo que refuerza la fiabilidad del proceso. El diseño robusto de acero inoxidable de la cubeta, la tapa y el fondo perforado no solo garantiza una excelente durabilidad, sino también una higiene impecable y una limpieza sencilla.
Su construcción exterior también es muy cuidada: la carcasa es de chapa de acero galvanizado electrolíticamente y recubierta de polvo, lo que garantiza una mayor resistencia a la corrosión y una durabilidad óptima, incluso en condiciones de uso intensivo. Además, el aparato incorpora una tapa aislante con bisagra y curvada en el interior que evita la condensación en los tubos de muestras, y un tapón de drenaje en la parte trasera para facilitar el mantenimiento.
El GFL 1008 es compatible con una amplia gama de accesorios (bastidores para tubos de ensayo, botellas de leche, reguladores de nivel de agua, etc.) que aumentan su versatilidad y eficacia. Por lo tanto, se trata de un aparato imprescindible para cualquier estructura que desee optimizar sus operaciones térmicas de laboratorio, con la garantía de una calidad certificada según la norma ISO 9001:2008.