Centrífuga Eppendorf 5425: precisión y comodidad para el manejo diario
La centrífuga Eppendorf 5425 está diseñada para satisfacer las exigencias de los profesionales de laboratorio que desean una centrifugación eficaz, rápida y segura. Permite separar soluciones acuosas o suspensiones de densidad variable en tubos de laboratorio estándar, de 0,2 ml a 5,0 ml. Versátil, también puede alojar barras PCR, columnas de purificación, Microtainer®y tubos Cryo, lo que la hace ideal para su uso en diversos contextos, como la biología molecular, la investigación biomédica o los análisis clínicos.
Equipada con un potente motor, la centrífuga 5425 alcanza hasta 15 060 revoluciones por minuto, lo que equivale a una fuerza centrífuga relativa de 21 300 × g. Incorpora un sistema de programación con tres teclas de memoria directa, lo que permite un acceso rápido a los parámetros utilizados con frecuencia. El usuario también puede ajustar con precisión las rampas de aceleración y frenado en diez niveles, para un control óptimo de los ciclos. Es posible el arranque diferido, así como la activación del cronómetro una vez alcanzada la velocidad objetivo, lo que resulta útil para protocolos sensibles.
El panel de control es intuitivo y fácil de leer, con pantalla digital que muestra el tiempo, la velocidad (en rpm o g) y las diferentes funciones. Una tapa motorizada garantiza un cierre seguro y la apertura puede ser automática al final del ciclo. También hay disponible un modo de centrifugación continua, así como una función «corta» para centrifugaciones breves.
En cuanto a la seguridad, el aparato está equipado con un sistema de detección del rotor, que garantiza que el modelo utilizado se identifica correctamente antes de iniciar un ciclo. Se requiere una carga simétrica para garantizar una estabilidad óptima, y el rotor se fija con una llave suministrada. Hay varios rotores disponibles opcionalmente, con o sin tapa antiaerosoles. Las tapas se reconocen por sus marcas específicas, lo que garantiza un uso seguro en manipulaciones que requieren confinamiento biológico.
Gracias a su reducido tamaño y su peso de 15,6 kg, la centrífuga 5425 se adapta fácilmente a una mesa de trabajo estándar. Su nivel de ruido controlado, incluso sin cámara refrigerada, la convierte en un aparato cómodo para el uso diario. El aparato se puede limpiar fácilmente y es compatible con los protocolos de desinfección habituales en los laboratorios.
La centrífuga Eppendorf 5425 combina rendimiento, tamaño compacto y facilidad de uso. Es ideal para laboratorios que buscan un aparato fiable, adaptable a diferentes tipos de tubos y compatible con los requisitos de bioseguridad. Es una opción sólida para el uso diario, sin comprometer la precisión ni la seguridad.