Centrífuga Sorvall X4 Pro: rendimiento, precisión y adaptabilidad en el laboratorio
La Sorvall X4 Pro es una centrífuga de sobremesa versátil, desarrollada por Thermo Fisher Scientific, que destaca por su capacidad para combinar potencia de separación y estabilidad térmica. Diseñada para profesionales de laboratorio y especialistas endiagnóstico in vitro, satisface con rigor y constancia las necesidades de centrifugación de volúmenes medios y altos.
Este modelo admite una amplia gama de tensiones (de 100 V a 240 V), lo que permite una fácil integración en diversos entornos internacionales. Su velocidad máxima alcanza las 15 200 revoluciones por minuto, con una fuerza centrífuga relativa de hasta 25 830 x g, dependiendo del rotor seleccionado. Estos valores garantizan una separación rápida y eficaz de los componentes biológicos, especialmente en análisis de sangre, pruebas inmunológicas o evaluaciones metabólicas.
Gracias a su estructura cerrada y a su capacidad de estanqueidad frente a los aerosoles, el Sorvall X4 Pro garantiza un alto nivel de seguridad para el usuario, especialmente en entornos clínicos. Su nivel de ruido es inferior a 70 dB(A), lo que contribuye a un entorno de trabajo más agradable, incluso cuando funciona a plena potencia. La disipación térmica media varía en función del voltaje, pero se mantiene dentro de unos límites razonables, en torno a 1 kW/h, lo que evita el sobrecalentamiento local.
La carcasa de la centrífuga está optimizada para ocupar un espacio reducido: 445 mm de ancho, 660 mm de profundidad y 364 mm de altura (con la tapa cerrada), con un peso total de 61 kg sin rotor. Estas dimensiones permiten una fácil integración en una mesa de laboratorio estándar, al tiempo que mantienen una buena capacidad interna de procesamiento.
En términos de compatibilidad, la Sorvall X4 Pro es compatible con una amplia gama de rotores, incluidos los modelos TX-750, TX-1000, H-FLEX HS4, HIGHPlate 6000 y varios rotores Fiberlite, como el F15-6 x 100y, F21-48 x 2 o F10-6 x 100 LEX. Esta compatibilidad permite una rápida adaptación a diferentes protocolos, ya sea con tubos cónicos, microplacas o recipientes específicos para diagnósticos in vitro.
La temperatura de funcionamiento varía entre +2 °C y +35 °C, mientras que el almacenamiento es posible entre -10 °C y +55 °C con una humedad de hasta el 85 %. El sistema está diseñado para soportar altitudes de hasta 3000 metros, lo que lo hace utilizable en numerosos contextos geográficos.
Su tiempo de funcionamiento es programable hasta 99 horas, 59 minutos y 59 segundos, con incrementos de un segundo, lo que garantiza una personalización completa de los ciclos de centrifugación. El usuario puede ajustar los parámetros con precisión y supervisar el rendimiento del sistema en tiempo real gracias a una interfaz de usuario ergonómica.