Biofuge® pico: centrífuga compacta de microlitros para tareas de separación biológica
La centrífuga Biofuge® pico de Heraeus está diseñada específicamente para satisfacer las necesidades de los laboratorios biológicos en tareas de separación de pequeños volúmenes. Sin refrigeración, esta centrífuga destaca por su tamaño compacto y su eficiencia, lo que la hace ideal para laboratorios con poco espacio o para uso en mesa.
Su campo de aplicación es muy amplio: es perfecta para la precipitación de ADN y ARN, el tratamiento de ácidos nucleicos amplificados por PCR, la separación de precipitados de proteínas yanticuerpos, las pruebas enzimáticas,la eliminación de restos celulares tras la homogeneización, así como la fraccionamiento de células bacterianas o levaduras. Estas numerosas posibilidades convierten a la Biofuge® pico en una herramienta de trabajo imprescindible para biólogos, técnicos de laboratorio e investigadores en ciencias de la vida.
Con una capacidad máxima de 24 tubos de 1,5/2 ml, 4 bandas de PCR o 32 tubos de PCR individuales, se adapta a los formatos más habituales utilizados en biología molecular. El rotor de microlitros de polipropileno es compatible con la centrífuga y puede esterilizarse en autoclave, lo que garantiza un alto nivel de higiene y seguridad. Su resistencia química también es una ventaja para los laboratorios que manipulan diversos reactivos.
Otro aspecto que distingue a la Biofuge® pico es su rapidez de ejecución. Su motor de inducción sin escobillas, controlado por frecuencia, permite alcanzar una velocidad máxima de 13 000 revoluciones por minuto en solo 15 segundos. El frenado es igualmente rápido (12 segundos), lo que reduce el tiempo de espera entre ciclos y mejora la productividad del laboratorio. El nivel de ruido se mantiene por debajo de 55 dB, incluso a máxima velocidad, lo que permite mantener un entorno de trabajo silencioso y agradable.
El panel de control con teclas planas, equipado con el sistema EASYcontrol™, es fácil de limpiar y muy intuitivo. Permite un ajuste rápido de los parámetros (velocidad, duración) y ofrece un modo «quick run» para centrifugaciones cortas. La centrífuga memoriza automáticamente los últimos parámetros utilizados, lo que supone un ahorro de tiempo en las tareas repetitivas. La apertura de la tapa se realiza con una simple presión, lo que facilita las manipulaciones diarias.
En cuanto al diseño, el chasis de acero galvanizado, combinado con una cubeta de acero inoxidable y un revestimiento de plástico, garantiza solidez, durabilidad y facilidad de mantenimiento. Su reducido tamaño (23 x 33 cm de superficie) y su altura reducida hacen que la carga del rotor sea muy accesible, incluso en espacios reducidos.
La Biofuge® pico se integra perfectamente en cualquier entorno de laboratorio donde el rendimiento, la facilidad de uso y la optimización del espacio son prioritarios. Gracias a su fiabilidad, ergonomía y capacidad de adaptación, constituye una solución eficaz para todas las etapas de separación que requieren altas velocidades en pequeños volúmenes.