Incubadora BD 53 de Binder: una solución fiable para la incubación médica controlada
En el ámbito médico, la precisión de las condiciones de incubación es un factor crítico. El BD 53 de Binder cumple este requisito con rigor. Esta incubadora de convección natural está especialmente diseñada para mantener un entorno estable, incluso en caso de uso intensivo a largo plazo. Equipada con la tecnología APT.line™, ofrece un precalentamiento uniforme de la cámara, lo que garantiza la homogeneidad de la temperatura, esencial para aplicaciones biológicas, microbiológicas o clínicas.
Su rango de temperatura, desde +5 °C por encima de la temperatura ambiente hasta 100 °C, permite cubrir una amplia gama de aplicaciones de incubación. Las bajas fluctuaciones y la gran uniformidad térmica, con una variación de solo ±0,1 K a 37 °C, garantizan resultados reproducibles. El BD 53 también está equipado con una puerta interior de vidrio de seguridad templado que permite ver las muestras sin comprometer la temperatura interna, lo que limita las pérdidas térmicas al abrirlo.
El aparato dispone de un sistema de seguridad de clase 3.1 según la norma DIN 12880, con alarma visual y acústica en caso de sobrecalentamiento, lo que refuerza la fiabilidad del dispositivo para laboratorios exigentes. Es compatible con dos rejillas cromadas y se puede apilar, lo que supone una ventaja para optimizar el espacio en entornos profesionales con limitaciones de espacio.
El BD 53 también es compatible con sistemas informáticos a través de una interfaz RS 422, lo que facilita el registro y el seguimiento de los parámetros de incubación. Representa una solución estable, precisa y práctica para los profesionales de la salud y la investigación que desean un control total de sus condiciones experimentales.
El BD 53 también destaca por su diseño ergonómico y funcional. Su formato compacto permite una fácil integración en entornos de laboratorio donde el espacio es limitado, al tiempo que ofrece capacidad suficiente para albergar diferentes tipos de muestras.
Su sistema de convección natural, combinado con una regulación precisa de la temperatura, es especialmente adecuado para aplicaciones que requieren una atmósfera estable sin flujo de aire forzado, como el cultivo de células, la microbiología o la conservación de medios sensibles.