BCR 240 Froilabo: la incubadora refrigerada con convección forzada que combina precisión, fiabilidad y rendimiento para sus necesidades críticas
La incubadora refrigerada BCR 240 de la marca Froilabo ha sido diseñada para cumplir con los más altos estándares de control térmico en los laboratorios modernos. Al combinar la potencia de la convección forzada con una capacidad de regulación de temperatura precisa y constante, garantiza al usuario un entorno estable y homogéneo, esencial para los protocolos experimentales más sensibles.
Con un volumen útil de 240 litros, el BCR 240 permite gestionar cargas importantes manteniendo una excelente distribución de la temperatura en toda la cámara. Gracias a su sistema de refrigeración integrado y a su preciso control electrónico, cubre un amplio rango de temperaturas, desde 0 °C hasta +70 °C. Esta versatilidad le permite adaptarse tanto a las necesidades de incubación a temperatura ambiente controlada como a las aplicaciones que requieren refrigeración activa.
Diseñado para ofrecer una facilidad de uso óptima, el BCR 240 cuenta con una interfaz de control intuitiva con pantalla digital, que permite una programación precisa de los ciclos. La regulación electrónica no solo garantiza una excelente estabilidad térmica, sino también una mayor seguridad contra desviaciones, con alarmas configurables en caso de superación de los umbrales críticos. El flujo de aire forzado garantiza un rápido aumento de la temperatura y una homogeneidad perfecta, incluso en condiciones de trabajo intensivas o con muestras de gran tamaño.
La cámara interior es de acero inoxidable, lo que garantiza una higiene impecable y una gran durabilidad. Las bandejas son modulables para adaptarse a diferentes tipos de recipientes y los materiales utilizados facilitan las operaciones de limpieza. Además, toda la estructura ha sido diseñada para optimizar el espacio en el suelo y maximizar el volumen útil disponible.
El BCR 240 se integra perfectamente en entornos de investigación, control de calidad o producción farmacéutica. Representa una inversión fiable a largo plazo, ya que permite trabajar en condiciones térmicas rigurosamente controladas, esenciales para la reproducibilidad de los resultados experimentales y el cumplimiento de las normas vigentes.