Medición precisa y fiable para laboratorios
El medidor de pH de laboratorio 766 de Knick es un dispositivo de medición diseñado para satisfacer las exigencias de los laboratorios en materia de análisis de pH, potencial redox y temperatura. Combina facilidad de uso y precisión con una interfaz intuitiva que permite acceder rápidamente a todas las funciones necesarias para realizar mediciones rutinarias fiables. Gracias a su carcasa de acero inoxidable y su protección IP54, resiste condiciones difíciles y garantiza un uso duradero.
Una de las principales ventajas del 766 es su sistema Gaincheck, que realiza un diagnóstico automático del aparato al encenderlo. Este control integrado garantiza el correcto funcionamiento del instrumento, comprobando los circuitos electrónicos, la pantalla y el teclado. Este dispositivo es especialmente útil en el marco de las normas de calidad ISO 9000 y las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL), donde la trazabilidad y la fiabilidad de los instrumentos son fundamentales.
La supervisión de los electrodos está garantizada por el sistema Sensoface, que analiza continuamente su estado. Evalúa varios parámetros, como el punto cero, la pendiente, el tiempo de respuesta y la impedancia del vidrio. Esta información permite al usuario conocer inmediatamente la calidad de sus electrodos y anticipar su sustitución si es necesario, garantizando así la reproducibilidad de las mediciones.
La calibración se simplifica gracias a la función Calimatic, que reconoce automáticamente las soluciones tampón. Basta con sumergir el electrodo en dos soluciones, en cualquier orden, y pulsar una tecla para que el aparato realice la calibración por sí mismo. Este procedimiento reduce el riesgo de errores y garantiza una gran precisión de las mediciones, un criterio indispensable para los laboratorios que se preocupan por la rigurosidad analítica.
El pH-metro 766 está equipado con una pantalla LED clara y legible, que permite la lectura simultánea del pH/mV y la temperatura. El sistema de compensación térmica, disponible en modo manual o automático, garantiza mediciones exactas independientemente de las variaciones de temperatura. El aparato admite electrodos de temperatura Pt 100 y Pt 1000, lo que ofrece flexibilidad de uso en función de las necesidades analíticas.
Para garantizar la máxima protección contra las interferencias electromagnéticas, el modelo 766 está diseñado según las normas EMC de la directiva NAMUR. Este diseño garantiza mediciones estables y fiables, incluso en entornos con interferencias. La salida analógica Trueline proporciona una señal de pH calibrada y aislada eléctricamente, lo que permite un registro preciso de las variaciones de pH sin distorsiones.
El dispositivo destaca por su ergonomía y facilidad de uso. Está equipado con un teclado de membrana estanca y un sencillo sistema de navegación de cinco teclas, lo que hace que su manejo sea intuitivo. También es compatible con una amplia gama de electrodos estándar del mercado gracias a su conexión universal DIN o conector banana.
El medidor de pH 766 está diseñado para un uso duradero. Su memoria integrada permite almacenar de forma segura los datos de calibración y los parámetros de medición, garantizando su conservación a largo plazo. Gracias a su robustez y a sus múltiples funciones de control, es la elección ideal para laboratorios que necesitan un dispositivo preciso, fiable y fácil de mantener.