Placa calefactora Stuart SB160: fiabilidad profesional al servicio de sus protocolos
La placa calefactora Stuart SB160 es mucho más que una simple herramienta térmica de laboratorio. Diseñada con esmero para combinar rendimiento, seguridad y durabilidad, destaca por su construcción en aleación de aluminio y silicio, capaz de resistir los golpes diarios de un entorno científico exigente. Se trata de un aparato robusto, pensado para durar, incluso en caso de uso intensivo, y que garantiza una distribución homogénea del calor en toda su superficie.
Equipada con un sistema de regulación por microprocesador, la SB160 ofrece una mayor precisión en el ajuste de la temperatura. A diferencia de los aparatos analógicos clásicos, que cuentan con una escala arbitraria del 1 al 10, esta placa integra una escala en grados Celsius impresa directamente alrededor del mando de control. Este nivel de precisión garantiza unas condiciones experimentales reproducibles, un criterio esencial en el laboratorio.
La seguridad del usuario es fundamental en el diseño de esta placa calefactora. El indicador luminoso «Hot» permanece activado mientras la temperatura de la placa supera los 50 °C, incluso si el aparato está apagado pero sigue conectado a la red eléctrica. Esto evita cualquier riesgo de quemaduras accidentales. Además, un circuito de seguridad independiente protege el aparato contra un posible sobrecalentamiento, garantizando así la durabilidad del equipo y la seguridad de su entorno de uso.
Gracias a su formato compacto (160 x 160 mm de superficie calefactora, dimensiones totales de 190 x 300 x 110 mm), el Stuart SB160 se integra fácilmente en espacios de trabajo reducidos. Su potencia calorífica de 700 W permite un rápido aumento de la temperatura hasta 325 °C, lo que lo hace ideal para usos habituales en laboratorios de química, biología o investigación farmacéutica.
Esta placa es compatible con una gama completa de accesorios diseñados para maximizar su rendimiento: baños de agua/aceite, bloques para frascos de fondo redondo, baños de arena o cubiertas protectoras de silicona. Estos accesorios permiten adaptar el aparato a una gran variedad de protocolos experimentales, al tiempo que garantizan una mayor seguridad y un uso sencillo en el día a día.